Érase una vez…
La historia de los cuentos que marcaron generaciones.


¡Dejemos que fluya la imaginación!
Imagina por un momento que estamos sentados juntos, quizás en un rincón acogedor, mientras comparto contigo la historia y la magia de los cuentos.
Desde tiempos inmemoriales, las historias han sido el vehículo perfecto para transmitir valores, enseñar lecciones de vida y, sobre todo, fomentar la imaginación. Los orígenes de los cuentos se remontan a las antiguas civilizaciones, donde las historias eran contadas alrededor de hogueras para explicar fenómenos naturales, transmitir tradiciones y entretener a las comunidades. Esas historias fueron pasando de generación en generación, adaptándose y evolucionando hasta llegar a las formas escritas que conocemos hoy.
Déjame decirte que leer cuentos a los niños tiene múltiples beneficios.
No solo fomentan su creatividad y curiosidad, sino que también contribuyen al desarrollo de su lenguaje y habilidades cognitivas. A través de los cuentos, los niños aprenden a identificar emociones, resolver problemas y entender el mundo que les rodea. Además, leerles cuentos les ayuda a desarrollar un amor por la lectura que les acompañará durante toda su vida.
Los niños no son los únicos que se benefician de los cuentos. Nosotros, como padres, tíos y abuelos, encontramos en estos relatos una oportunidad para conectar con ellos, reforzar los lazos afectivos y revivir la magia de nuestra propia infancia. Leer cuentos a nuestros infantes se convierte en un momento especial de unión y ternura que atesoramos profundamente.
A lo largo de la historia, muchos escritores han dejado su huella en el mundo de los cuentos.
Quiero que pienses en Hans Christian Andersen, conocido por sus encantadores relatos como "La Sirenita" y "El Patito Feo". Andersen se inspiraba en las historias y leyendas populares de su Dinamarca natal, y su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, llegando a millones de niños y adultos en todo el mundo.


Andersen tuvo una famosa anécdota con Charles Dickens autor de la famosa y emblemática obra " Oliver Twist ". Andersen fue invitado a pasar unos días en la casa de Dickens, pero su visita se prolongó a cinco semanas. Durante ese tiempo, Andersen mostró comportamientos difíciles de manejar para la familia Dickens, como su extrema sensibilidad, se ofendía con facilidad. La prolongada estadía se convirtió en una carga, y cuando Andersen finalmente se fue, les agradeció su hospitalidad les quiso alagar diciéndoles que habían sido muy felices esos días, y la familia Dickens bromeó diciendo que esos días fueron todo menos felices.
Se llegó a pensar que por su personalidad sensible y su lucha contra la estructura de clases rígida de su tiempo, se veía como " El patito feo " porque a pesar de su éxito, siempre sintió que su origen humilde era un lastre y fantaseaba que era el hijo ilegítimo de un gran señor.
También hay que mencionar a Charles Perrault, cuyas versiones de "Cenicienta" y "Caperucita Roja" se han convertido en clásicos atemporales. Curiosamente, Perrault escribió sus cuentos en el siglo XVII no solo para niños, sino también para la corte francesa, utilizando sus relatos para impartir enseñanzas morales.




Imagen de "La Bella Durmiente" disponible en el Proyecto Gutenberg, bajo dominio público.
Primera página ilustrada del cuento "Le Maître chat ou le Chat botté" (El Gato con Botas), de la primera versión manuscrita e ilustrada (1695) de los Contes de ma Mère l'Oye (Cuentos de Madre Oca) de Charles Perrault. Imagen de dominio publico.
Caperucita Roja y su madre. Ilustración de Otto Kubel alrededor de 1930.El autor murió en 1951, por lo que esta obra es de dominio publico en su país de origen y en otros países y áreas donde es la vida del autor más 70 años o menos .
Y no podemos olvidar a los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm, quienes recopilaron y adaptaron cuentos a partir de la tradición oral europea. Jacob y Wilhelm Grimm viajaron por diferentes regiones de Alemania y otros países de Europa para recoger cuentos populares que la gente solía contar de generación en generación.
Una vez recogidos, los Grimm a menudo les daban su propio toque literario, adaptando el lenguaje y, en algunos casos, suavizando ciertos elementos haciéndolos más adecuados para el público infantil de la época. Sin embargo, mantuvieron muchos de los elementos originales y, en algunas ocasiones, incluso añadieron detalles más oscuros o morales para reflejar las enseñanzas de los cuentos populares, reflejaban las duras realidades de la vida en la época de los Grimm.
Por lo tanto, aunque no inventaron las historias, su labor fue fundamental para preservar y dar a conocer una gran cantidad de cuentos que podrían haberse perdido con el tiempo. La popularidad de su colección ha permitido que estas historias lleguen a audiencias de todo el mundo y se sigan contando y adaptando hasta el día de hoy.


"Esta imagen de los Hermanos Grimm |Date=1847 |Author=Hermann Blow. Está en el dominio público en los Estados Unidos y en otros países donde el derecho de autor se extiende por 100 años (o menos) tras la muerte del autor. Esta obra ha sido identificada como libre de las restricciones conocidas en virtud del derecho de autor, incluyendo todos los derechos conexos."


Hans Christian Andersen fotografiado por Thora Hallager 1869. Imagen de dominio publico cedida por el museo de fuente http://museum.odense.dk/viden-om/hc-andersen/billedgalleri-hca.aspx
Algunos de los más conocidos y otros que quizás no son tan populares pero igualmente interesantes son:
Hansel y Gretel: La historia de los hermanos que se pierden en el bosque y encuentran una casa hecha de dulces habitada por una bruja malvada.
Rapunzel: La joven con el cabello largo y dorado que es encerrada en una torre por una bruja.
La Cenicienta: La clásica historia de la joven maltratada por su madrastra y hermanastras, y su eventual ascenso a la realeza.
Blancanieves: La bella princesa que huye de su malvada madrastra y encuentra refugio con siete enanos.
El sastrecillo valiente: La historia de un humilde sastre que, tras matar siete moscas de un golpe, se embarca en una serie de aventuras y hazañas.
La Bella Durmiente: La princesa que es maldecida a dormir durante cien años hasta ser despertada por el beso de un príncipe.
Rumpelstiltskin: El cuento del duende que ayuda a una joven a convertir paja en oro a cambio de su primer hijo, si no puede adivinar su nombre.
Los músicos de Bremen: La historia de cuatro animales (un burro, un perro, un gato y un gallo) que, tras ser rechazados por sus dueños, deciden formar una banda y vivir en Bremen.
El enano saltarín: Un cuento sobre una chica pobre que promete a su hijo a un hombrecillo travieso que puede hilar paja en oro, si no adivina su nombre.
El lobo y las siete cabritas: La historia de un lobo que intenta engañar a unas cabritas haciéndose pasar por su madre para devorarlas.
En Mundo Fantasía Literaria, creemos que para poder escribir literatura infantil, es esencial conocer sus orígenes y los autores que nos precedieron.
Echemos la vista atrás.
Para ponernos en contexto, veamos brevemente las diferencias y similitudes entre los cuentos y las fábulas.
Mientras los cuentos suelen centrarse en aventuras y personajes humanos (o antropomorfizados), las fábulas a menudo tienen un propósito didáctico claro y presentan animales u objetos inanimados como protagonistas para transmitir una lección moral.
Algunos cuentos de los hermanos Grimm tienen elementos que podrían catalogarse como fábulas, especialmente aquellos que incluyen animales con cualidades humanas y moralejas como por ejemplo:
Los músicos de Bremen: Aunque es un cuento, tiene el carácter de una fábula al incluir animales que colaboran entre sí para alcanzar un objetivo común y transmitir valores como la cooperación y la valentía.
El lobo y las siete cabritas: Esta historia podría verse como una fábula, ya que utiliza animales para enseñar sobre la importancia de la prudencia y la astucia.
El lobo y el zorro: Una historia menos conocida de los Grimm, pero que claramente tiene los elementos de una fábula con animales que interactúan y una moraleja al final.
Es fascinante cómo los cuentos y las fábulas a menudo se entrelazan y comparten características comunes.
* Historia de las Fábulas *
Las fábulas son un género literario que ha influido profundamente en la literatura infantil y en la cultura popular a lo largo de los siglos.
Son relatos breves que utilizan animales, objetos inanimados o personajes antropomorfizados para transmitir una lección moral. A menudo, estos cuentos tienen un propósito didáctico claro y buscan enseñar valores y conductas a sus lectores.
Dos de los autores más influyentes en la tradición de las fábulas son Esopo y Jean de La Fontaine.
Esopo, el legendario fabulista griego, vivió aproximadamente entre los siglos VII y VI a.C. Aunque su existencia real está envuelta en elementos legendarios, se le atribuye la invención del género de la fábula, relatos breves protagonizados por animales personificados con una moraleja final.
Nacido en Frigia, aunque algunas fuentes lo sitúan en Tracia, Samos, Egipto o Sardes. Su agudo ingenio y talento para el apólogo le ganaron una gran reputación, y fue llamado a la corte del rey Creso de Lidia. Se cuenta que el rey, conocido por su riqueza y sabiduría, decidió poner a prueba la inteligencia de Esopo. Le presentó un acertijo complicado que nadie había podido resolver. Esopo, con su agudeza y perspicacia, no solo resolvió el acertijo, sino que también impresionó al rey con su ingenio. Como recompensa, el rey Creso le otorgó la libertad y lo convirtió en su consejero Sin embargo, su vida terminó trágicamente en Delfos, donde fue acusado de robo sacrílego y arrojado desde una roca por los habitantes de la ciudad.
Las fábulas de Esopo eran muy populares en la Grecia clásica y se utilizaban como primer libro de lectura en las escuelas. Estas narraciones cortas, con una conclusión moralizante, humanizan las conversaciones de los animales y plasman los vicios y virtudes de los hombres con un gran talento satírico.
Esopo es considerado el "padre de todos los fabulistas" y precursor de un género que luego tendría grandes exponentes, como Jean de La Fontaine en Francia y Félix María Samaniego en España. Su legado perdura, demostrando que las fábulas trascienden fronteras y épocas, enseñando valiosas lecciones a través de personajes inolvidables.


Jean de La Fontaine, el célebre fabulista francés, publicó la primera parte de su obra maestra, "Las Fábulas", en 1668, y la segunda once años después, en 1679. Esta compilación de 243 fábulas en forma de poema se distingue por sus personajes animales con características humanas y profundas moralejas. La Fontaine dominó varios géneros literarios, pero fue en las fábulas donde dejó una marca indeleble. Su éxito fue posible gracias al apoyo de mecenas influyentes
La primera parte de las fábulas, dedicada a Luis de Francia, conocido como Le Grand Dauphin, abarca los libros I-VI. Tras la muerte de Enriqueta de Inglaterra, La Fontaine encontró refugio en la casa de Madame de La Sablière, una destacada salonnière. Los salones literarios eran reuniones sociales en las que se congregaban escritores, poetas, filósofos y científicos para debatir ideas y compartir conocimientos. Madame de La Sablière, quien tenía un salón literario muy popular, acogió a La Fontaine durante veinte años. Fue en este ambiente intelectual donde escribió la segunda parte, dedicada a Madame de Montespon, amante del rey, y publicada en 1679. Esta segunda parte, que comprende los libros VII-XI, superó en éxito a la primera a pesar de la censura.
Aunque no fue el pionero en el género de la fábula, sus reescrituras de las historias de Esopo, como "La cigarra y la hormiga", y su estilo único le aseguraron un lugar en la historia literaria. Las fábulas, con sus enseñanzas didácticas, han sido un medio de transmisión de sabiduría a lo largo de los siglos, desde los tiempos de los griegos y romanos hasta las culturas orientales, y han llegado a Europa a través de los relatos árabes.
La Fontaine, influenciado por los viajeros que frecuentaban el salón de Madame de La Sablière, supo capturar el exotismo y la popularidad de estas historias entre los lectores franceses.
La expresión "una mirada intrigante" no se refiere literalmente a la mirada física de Jean de La Fontaine, sino a su capacidad para observar el mundo con una perspectiva única y profunda. La Fontaine tenía un talento especial para captar las sutilezas del comportamiento humano y de la naturaleza, y esto se reflejaba en sus fábulas.
Sus relatos estaban llenos de observaciones perspicaces sobre la naturaleza humana, la sociedad y la política. Esta capacidad para ver más allá de lo evidente y transmitirlo de manera clara y cautivadora es lo que le otorgó esa descripción.
Desde la antigüedad, Esopo sentó las bases de este arte con sus historias protagonizadas por animales, cuyas enseñanzas perduran en la memoria colectiva. Siglos después, el francés Jean de La Fontaine revitalizó el género en el siglo XVII, adaptando las fábulas clásicas a su contexto social y político, enriqueciendo la tradición con su estilo elegante y satírico.
Pero te contaré un dato curioso que probablemente ni te imaginabas....... Entre estos dos grandes fabulistas, aparece la figura polifacética de Leonardo da Vinci en el Renacimiento, ¿Quién no conoce al gran Leonardo?. Este genio que no solo destacó en la pintura, la ingeniería y la ciencia, sino que también se aventuró en la escritura de fábulas. Sus relatos breves, protagonizados por animales y elementos de la naturaleza, reflejan su interés por la moral y la observación del mundo natural. Algunas de sus fábulas más conocidas, como "La polilla y la vela" y "El árbol de limón", nos ofrecen enseñanzas sobre la curiosidad y la paciencia.
En España, el legado de Esopo, La Fontaine y Leonardo da Vinci inspiró a numerosos fabulistas, como Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte en el siglo XVIII.
Samaniego creó un repertorio de fábulas que, al igual que sus predecesores, buscaban instruir y divertir a través de la moraleja.
Iriarte, por su parte, se centró en criticar las costumbres sociales y literarias de su tiempo, utilizando el ingenio y la ironía como herramientas.
La tradición fabulística continuó con Juan Eugenio Hartzenbusch en el siglo XIX, quien además de dramaturgo, aportó al género con sus relatos la combinación de la herencia clásica con una visión romántica. En el siglo XX, el maestro José Ramón Sánchez Pombo, y las inigualables Ana María Matute y Gloria Fuertes, mantuvieron viva la fábula, adaptándolas a los tiempos modernos con un enfoque más lúdico y accesible para los niños, sin perder de vista la enseñanza moral.
Retrato de Jean de la Fontaine por Hyacinthe Rigaud 1690 Museo Carnavalet. Nació en 1621 Chateau - Thierry, Aisne, Francia. Fallecimiento 13 de abril de 1695 (73 años). Imagen de dominio publico.


En Mundo Fantasía Literaria, tomando como referencia a estos grandes fabulistas sobre todo a Ana María Matute y Gloria Fuertes, hemos creado nuestras propias fábulas genuinas. Estas historias no son meras copias o versiones de las fábulas clásicas, sino relatos originales que reflejan los valores y desafíos de nuestro tiempo.
Cada fábula que encontrarás aquí está diseñada para despertar la curiosidad de los más pequeños y que, a través de nuestras historias, puedan enamorarse de la lectura. Nuestras historias buscan crear un puente entre el antiguo arte del relato y las nuevas generaciones, asegurando que los valores atemporales sigan siendo relevantes y accesibles en nuestro mundo moderno. En nuestra sociedad actual, más compleja que las épocas de Esopo o La Fontaine, surgen situaciones muy distintas debido a la tecnología y a los avances sociales.
Nuestras fábulas entrelazan las enseñanzas de los valores universales y atemporales con aquellos que hemos ido aprendiendo o adquiriendo por la complejidad de nuestros tiempos y por el aprendizaje de los sucesos o acontecimientos pasados. Por ejemplo, enseñamos a no tratar a otro como si fuera de condición inferior por ser de otra raza, pensamiento o religión. También promovemos no juzgar a nadie por rumores o apariencias y a respetar los tiempos y sentimientos de cada individuo, sin importar su edad, sexo, raza, religión o condición.
Queremos que, a través de nuestras historias, los niños aprendan lecciones importantes sobre la igualdad, el respeto y la empatía, valores que no siempre se planteaban en las épocas de los antiguos fabulistas, pero que hoy son esenciales para una convivencia armoniosa.
Sumérgete en nuestras propias fábulas, cuentos y descubre un mundo de valores, aventuras y enseñanzas que estamos seguros cautivarán tanto a los niños como a los adultos de la casa.






Ilustración de Fables for the Frivolous de Guy Wetmore Carryl, con ilustraciones de Peter Newell. Se trata de una ilustración para el poema “The Sycophantic Fox and the Gullible Raven”. Apareció en la página 82 de la publicación de los poemas en 1898. Imagen de dominio publico.
El lobo y el perro - fábula de La Fontaine (Le Loup et le chien). Ilustración de Gustave Doré. Colaborador :Foto de archivo de Lebrecht Music & Arts / Alamy
"La liebre y la tortuga" Ilustrado por Milo Winter Proyecto Gutenberg etext 19994.
"La cigarra y la hormiga" llustrado por Milo Winter (1886-1956) - Proyecto Gutenberg etext 19994.
Esopo - El Maestro de las Fábulas
Jean de La Fontaine - Una Mirada Intrigante


Félix María de Samaniego - El Moralista


Retrato de Samaniego (Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745-íd, 11 de agosto de 1801) Imagen de dominio publico.
Félix María de Samaniego, nacido el 12 de octubre de 1745 en Laguardia, Álava, y fallecido el 11 de agosto de 1801 en la misma localidad, es uno de los más célebres fabulistas españoles. Proveniente de una familia noble y rica, Samaniego recibió una educación esmerada y estudió en la Universidad de Valladolid. Durante un viaje a Francia, se entusiasmó con las ideas de los enciclopedistas, lo que influyó en su estilo crítico y mordaz. Recibió el apodo de " El fabulista moralista " porque sus fábulas siempre llevaban una enseñanza moral clara y directa. Sus historias no solo entretenían, sino que también pretendían instruir a sus lectores sobre valores y comportamientos correctos.
A su regreso a España, se estableció en Vergara y se unió a la Sociedad Bascongada de Amigos del País, donde leyó sus primeras fábulas. Su obra más conocida, "Fábulas morales", fue publicada en 1781 y consta de nueve libros con un total de 157 fábulas. Estas fábulas, inspiradas en los clásicos Esopo y Fedro, así como en La Fontaine y John Gay.
Samaniego también escribió obras más subidas de tono y de índole anticlerical, lo que le valió la persecución de la Inquisición. Sin embargo, logró evitar el castigo gracias a la intervención de sus amigos influyentes. Su rivalidad con Tomás de Iriarte, otro fabulista español, es bien conocida y dio lugar a una serie de libelos y sátiras entre ambos.
Entre las fábulas más destacadas de Samaniego se encuentran "La lechera", "Las ranas que pedían rey", "El parto de los montes", y "El asno y su amo" "El águila, el cuervo y el pastor". Su legado perdura como uno de los grandes fabulistas de la literatura española, enseñando valiosas lecciones a través de historias de animales personificados.
¡Conozcamos algo mas a estos Fabulistas de habla hispana!
Tomas de Iriarte - " El Polemista
Tomás de Iriarte, nacido el 18 de septiembre de 1750 en Puerto de la Cruz, Tenerife, y fallecido el 17 de septiembre de 1791 en Madrid, es uno de los más célebres fabulistas y poetas españoles de la Ilustración. Desde muy joven, fue enviado a Madrid para vivir con su tío, Juan de Iriarte, un humanista y bibliógrafo destacado. Tomás recibió una educación privilegiada y mostró un gran talento para la escritura y la música. Recibió el apodo de "El polemista" porque solía involucrarse en disputas literarias y satirizar a otros escritores, destacando su espíritu crítico y mordaz.
A lo largo de su vida, Tomás escribió numerosas fábulas que realmente eran mas aptas para el publico infantil que las de Samaniego que su punto literario era mas picante. Es especialmente conocido por su obra "Fábulas literarias", publicada en 1782. Esta colección de fábulas, compuesta por 67 poemas, buscaba enseñar lecciones morales y literarias a través de historias ingeniosas y personajes animales.
La rivalidad entre Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego es bien conocida y dio lugar a una serie de libelos y sátiras entre ambos. Por ejemplo, Iriarte escribió "La risa de Demócrito" y "La poesía" para atacar a Samaniego, mientras que Samaniego respondió con "Observaciones sobre las fábulas literarias originales de D. Tomás de Iriarte".
Entre las fábulas más destacadas de Iriarte se encuentran "El burro flautista" y "Los dos conejos". Su legado perdura como uno de los grandes fabulistas y poetas de la literatura española, enseñando valiosas lecciones a través de historias ingeniosas y personajes animales.
Juan Eugenio Hartzenbusch - " El Romantico"




Rafael Pombo - " El Cuentista "
Juan Eugenio Hartzenbusch, nacido el 6 de septiembre de 1806 en Madrid y fallecido el 2 de agosto de 1880 en la misma ciudad, es uno de los más célebres dramaturgos, poetas y fabulistas del Romanticismo español. Hijo de un ebanista alemán, Hartzenbusch recibió una educación modesta pero mostró un gran talento literario desde joven. Recibió el apodo de "El romántico" debido a su asociación con el movimiento romántico, caracterizado por la exaltación de los sentimientos y la imaginación.
Aunque su fama se debe principalmente a su obra teatral "Los amantes de Teruel", Hartzenbusch también escribió fábulas y cuentos que reflejan su talento literario. Fue un gran editor de clásicos españoles y miembro de la Real Academia Española, dedicando su vida a la literatura y al trabajo como bibliotecario en la Biblioteca Nacional de España.
Entre sus fábulas se encuentran "La rosa y la zarza" y "El envidioso".. Hartzenbusch fue un gran editor de clásicos españoles y miembro de la Real Academia Española. Su dedicación a la literatura y su trabajo como bibliotecario en la Biblioteca Nacional de España lo convirtieron en una figura influyente en el mundo literario.
Rafael Pombo, nacido el 7 de noviembre de 1833 en Bogotá, Colombia, y fallecido el 5 de mayo de 1912 en la misma ciudad, es uno de los más célebres poetas, escritores y fabulistas en lengua española. Proveniente de una familia distinguida, Pombo recibió una educación esmerada y mostró un gran talento para la escritura desde joven. Recibió el apodo de "El cuentista" por su habilidad para narrar cuentos y fábulas que encantaban tanto a niños como a adultos.
Pombo pasó 17 años en Estados Unidos, donde trabajó como traductor y periodista. Durante su estancia, adaptó canciones infantiles de la tradición anglosajona al español, creando sus famosos "Cuentos pintados para niños" y "Cuentos morales para niños formales".
Entre sus fábulas más destacadas se encuentran "La pobre viejecita" y "El renacuajo paseador". Su legado perdura como uno de los grandes fabulistas en lengua española, enseñando valiosas lecciones a través de historias de animales personificados y cuentos ingeniosos.
Reproducción fotográfica fiel de una obra de arte bidimensional de dominio publico. Tomas de Iriarte (1750-1791). Artista: Joaquin Inza y Ainsa
Retrato del poeta Rafael Pombo en su edad adulta. 5 de noviembre de 1904. Museo Nacional de Colombia. Imagen de dominio publico.






Reproducción fotográfica fiel de una obra de arte bidimensional de dominio publico. Escritor, dramaturgo, poeta, filólogo y crítico español Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880). artista Eduardo Rosales museo de Zaragoza.
"La zorra y la cigüeña" Fábulas de Samaniego (1882) imagen de dominio publico
"El gato con botas" Fábulas de Samaniego (1882) imagen de dominio publico
Fabulistas Siglo XVIII
Fabulistas Siglo XIX
Escritoras de cuentos y Fabulas del Siglo XX




Escritora española Ana María Matute. Imagen del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), Ministerio de Sanidad, España, Atribución, via Wikimedia Commons
Este archivo está licenciado bajo la licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 4.0 Internacional .Maitane Azurmendi, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons
Gloria Fuertes - "La Poeta de los niños"
Ana Mari Matute - "de las comidas hacia cuentos"
Imagina a una mujer con una sonrisa tan grande como su corazón, alguien que podía hablarte de las cosas más serias y a la vez hacerte reír con sus juegos de palabras. Así era Gloria Fuertes, la querida "poeta de los niños". Nació el 28 de julio de 1917 en Madrid y durante su vida, dejó una huella imborrable en la literatura infantil.
Gloria tenía un don especial para comunicarse con los más pequeños. Sus poemas y cuentos estaban llenos de humor, fantasía y una ternura que hacía que cada niño que los leía se sintiera comprendido y acompañado. ¿Sabías que ella misma decía que escribía para los niños porque ellos la entendían mejor que los adultos? Esa capacidad para conectar con la infancia hizo que se convirtiera en una figura entrañable.
Uno de los rasgos más curiosos de su personalidad era su amor por los juegos de palabras. Gloria era una auténtica maga de la lengua española, capaz de hacer malabares con las palabras para crear versos divertidos y llenos de ingenio. Sus poemas a menudo incluían personajes extravagantes y situaciones cómicas que encantaban a los niños. Por ejemplo, en su poema "El hada acaramelada", nos presenta a un hada que no cumple deseos, ¡sino que los hace caramelos!.
Si alguna vez has tenido el placer de sumergirte en los mundos mágicos de Ana María Matute, seguro que sientes que te transportas a lugares donde la realidad y la fantasía se entrelazan de manera única, si no te invitamos a que lo hagas.
Nacida el 26 de julio de 1925 en Barcelona, Ana María es una de las escritoras más queridas y respetadas de la literatura española del siglo XX.
Desde muy pequeña, Ana María mostró una imaginación desbordante. Sus experiencias de infancia en un pequeño pueblo de La Rioja dejaron una marca profunda en su obra, y eso se nota en cada página que escribió. ¿Sabías que ella misma decía que su fascinación por los cuentos comenzó al escuchar las historias que le contaba su abuela? ¡Qué hermoso origen para una carrera tan impresionante!
Uno de los aspectos más mágicos de su escritura es cómo lograba capturar la esencia de la infancia y la fantasía. Sus relatos a menudo están llenos de personajes inolvidables, lugares encantados y aventuras emocionantes. Pero, lo que realmente hace especial a Ana María es su habilidad para abordar temas profundos y universales, como la soledad, la injusticia y el deseo de libertad, todo esto con una prosa poética y evocadora.
Ana María Matute no solo escribió para niños, aunque muchos de sus cuentos y fábulas son perfectos para los más jóvenes. Sus obras también resonaban profundamente con los adultos, gracias a su capacidad para tocar el corazón y la mente de los lectores de todas las edades. Entre sus obras más conocidas se encuentran "Los hijos muertos", "Primera memoria" y "Olvidado Rey Gudú", que son verdaderas joyas literarias.
Pero detrás de esa alegría, Gloria también sabía abordar temas profundos con una sensibilidad única. A través de sus cuentos y poemas, enseñaba lecciones de vida, transmitía valores y abordaba temas importantes como la igualdad, la paz y la amistad. Tenía una manera especial de hacerlo, sin sermonear, sino invitando a los niños a reflexionar y a imaginar.
Otra curiosidad sobre ella es su cercanía. Gloria Fuertes participó en numerosos programas de televisión y radio dedicados a los niños, donde leía sus cuentos y poemas, recitaba adivinanzas y compartía su amor por la literatura. Esto la hizo aún más querida y accesible, ya que los niños no solo la leían, ¡sino que también la escuchaban y veían!
En resumen, Gloria Fuertes no solo fue una gran poeta y escritora, sino también una amiga y compañera para muchos niños. Su legado sigue vivo y sus obras continúan siendo una fuente de alegría y aprendizaje para generaciones de lectores
Un dato curioso sobre Ana María es su amor por la naturaleza y los animales, algo que se refleja en muchas de sus historias. Describía los paisajes y los seres vivos con una sensibilidad única, que te hace sentir como si estuvieras allí mismo, en medio del bosque o junto a un río cristalino.
Además de su talento como escritora, Ana María Matute fue una persona increíblemente humilde y cercana. A lo largo de su vida, recibió numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el prestigioso Premio Cervantes en 2010. Sin embargo, siempre mantuvo su sencillez y su amor por contar historias.
En resumen, Ana María Matute fue una auténtica encantadora de historias, capaz de transportarnos a mundos mágicos y de hacernos reflexionar sobre la vida y la humanidad. Su legado literario sigue vivo y continúa siendo una fuente de inspiración y maravilla para todos los que se aventuran en sus páginas.
De esos autores anónimos que sus obras trascendieron a lo largo de los años también tenemos algo que decir. Son verdaderos genios y artistas de la palabra pues de lo contrario sus obras no hubieran llegado hasta nosotros.
A ellos un enorme Gracias.